Mi primera vez 2

Unos minutos más tarde, apareció ella en la salita con las bebidas y una vestido cortito de verano que dejaba al descubierto la mayoria de su anatomía.
Se sentó en el sofá con el vestidito corto, de modo se le subía para arriba dejando ante mi vista la mata de pelo negro que cubría su sexo, aunque la tenía casi delante de mi, hacía lo posible para no mirar, ya que no quería que me pillase, pero no podía dejar de pensar en su cuerpo desnudo cada vez que cambiaba el cruce de piernas.
Estaba tan nervioso que decidí dar por acabado lo de los apuntes antes de que me diera algo y me levanté para marcharme.
Ella otra vez con su voz suave me dijo:
---espera un momento que tengo que comentarte una cosa...
Salió de la habitación cantoneando su culo sabiendo que yo la estaría mirando de nuevo.
La tela del vestido era muy fina y se transparentaba todo, debajo no llevaba nada ya que las aureolas de los pezones se le notaban con toda claridad, aquello me puso aún más nervioso de lo que ya estaba, no sabía lo que iba a pasar. Ella se sentó de nuevo enfrente de mí y al sentarse esta vez no cruzó las piernas, lo hizo muy despacio para así dejarme ver la mata de pelo negro y su sexo, sin poder evitarlo me había empalmado, ella se dio cuenta, y soltando una leve sonrisa sin dejar de mirar el bulto de mi pantalon:
---iré directamente al grano, antes te he pillado mirándome el culo cuando íbamos por el pasillo, yo estaba cada vez más ruborizado
---tranquilízate, no pasa nada, ni voy a decírselo a nadie, este será nuestro secreto.
Le dije que de acuerdo, me di cuenta de que como sólo llevaba un pequeño pantalón corto sin calzoncillos, por la parte de abajo del pantalón aparecía la punta de mi polla que se estaba poniendo cada vez mas tiesa y gorda.
---no pasa nada porque me mires y me imagines desnuda, se que te gustaría verme la verdad, al principio no sabía que pensar, pero mientras me duchaba hasta me he excitado, me gusta que me imagines, es agradable saber que una mujer mayor como yo despierta los instintos de un jovencito como tu, su mirada estaba fija en mi pantalón,
Mirandome fijamente a los ojos. Medijo:
---y bien despiertos que los tienes...
En aquel momento, me levanté mas ruborizado para marcharme, ella se levantó y me detuvo. Me cogió de las manos y me dijo, que no pasaba nada, que estuviese tranquilo, me preguntó si había visto alguna mujer desnuda. SEGUIR LEYENDO.